Description
Después de haber resucitado, el Señor dio a sus apóstoles muchas pruebas indubitables de
estar vivo (Hechos 1:3). Es inconcebible que los mismos hombres que lo habían conocido
tan de cerca, necesitaran pruebas indubitables para convencerse de ello.
Algo más inconcebible aún, es que a pesar de que el Señor sabía que sus apóstoles
necesitaban esas pruebas, hoy muchos de sus seguidores asumen tener una fe tan grande,
que no necesitan pruebas similares. Dios nunca cambia, y las necesidades de los hombres
siguen siendo las mismas. ¿Es tan grande nuestra fe que no necesitamos pruebas? ¿Es
nuestra fe mayor que la de los apóstoles? Quizás nuestro problema es que no vemos
nuestra necesidad de esas pruebas, o que ni siquiera las reconocemos cuando llegan.
En este libro se comparten muchas pruebas indubitables que han ocurrido en las vidas de
Marvin y Barbara Byers y de otras personas. Su lectura aumentará la fe de los verdaderos
creyentes, y provocará que algún ateo que lo lea llegue a una de dos conclusiones: Dios
realmente existe, o el autor de este libro ha inventado las historias. Sin embargo, hay
demasiados testigos que confirman estas experiencias, para que se pueda decir que son
inventadas. No hay duda alguna: ¡Jesucristo vive hoy!