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Hace muchos años atrás, el Señor nos habló, a mi esposa y a mí, diciéndonos que Él abriría nuestro entendimiento acerca de los últimos días. No hemos intentado descubrir “verdades” acerca de los tiempos del fin, ni tampoco hemos tratado de cumplir esta profecía.

Sin embargo, sabemos que Dios ha derramado sobre nuestros corazones y espíritus, por los últimos 50 años, secretos acerca de los tiempos del fin. Por Su misericordia, hemos recibido secretos de los más preciosos que el Señor nos ha dado. No son nuestros secretos sino Sus secretos solamente. Son de gracia sobre gracia solamente, y no tenemos duda de donde han venido.

¡Esperamos que el Señor nos dé a cada uno de nosotros corazones para percibir y entender lo que El nos ha compartido y quiere compartir, para que vivamos a la luz de Su verdad! Sus verdades son perlas preciosas. Dios nos quiere dar de sus perlas preciosas. ¿Qué haremos con ellas? ¡Esta es una pregunta muy importante a la luz de este mensaje y de la eternidad!